Bitácora de ti

El alba transcurre lenta, la aguda oscuridad se enclaustra en el silencio, sopesando cruel. Mis ojos se apoderan de ti, mis manos misteriosas recorren tu cuerpo ágil y perfecto, tácito y arado carente de tiempo y de memoria, mi boca intensa te busca bebiendo de las sales nominales de tu esencia, mi cuerpo se hace de las vibraciones incandescentes del laberinto de abrazos y caricias que provocan tus ganas
(Aquí el pasado a cada instante se vuelve aire y el presente siempre es futuro)

Tu cuerpo y su grandiosidad son perfectamente comparables con la inmensidad del mar enredado en lo lascivo de tu sexo, sometido a tu divinidad carente de olvido, preso del suave perfume a libertad que emana tu ser, erizando al alma en el camino sublime del ensimismamiento (el amor atraviesa todo limite careciendo de razón atravesando siglos)
Muriéndome al final, reposado en la grandilocuencia del remanso después de batallar, en donde se entremezclan las palabras y el amanecer.

Amanece

Tus manos
Tu rostro
El infinito todo en ti
Haces y deshaces cambiando mi ignominia
Sigilosa me tienes a tus pies haciéndote
aun más de mí

Envuelves al pasado
Modificas el presente
Te adueñas del futuro perdiéndome en el
suave deslizar de tu espalda
(Dueños de tus sueños)
tan blanca y pura como tu alma
Elevándome.

Alucinado

De nuevo los instantes sucesivos se suceden
arrogantes ante la procura del instante
(El otro) reflejando temores
(Y el silencio fiel testigo)

La muerte es solo la culminación de la tan
ansiada espera

Espero por tu arribo

¿Quién serás? ¿Qué fue de ti?
Aquí las horas ulteriores cuestionan al futuro,
sopesando al presente